El Mérito se reconoce, pero quienes lo reciben no lo reconocen con la grandilocuencia que esperan
Tenemos dos premiaciones concebidas para ir pagando la deuda histórica con las grandes estrellas del Arte Dominicano. El Casandra Especial y el Casandra al Mérito.
Nosotros los acroartistas estamos seguros de que estas estatuillas validan el aporte de estos artistas, más, vamos a ser sinceros, los artistas se quedan esperando su Soberano y parte del público y de la crítica también.
Quizás hemos sido culpables los comunicadores, los editores de espectáculos y los miembros de nuestra institución que sabemos la importancia de estas estatuillas y sin embargo no la hemos convertido en el objeto del deseo que deben ser los grandes premios para quienes lo reciben. Dos casos, para mencionar, a Milly se le entregó un Casandra al Mérito y luego un Soberano. A Lope Balaguer, en una producción bellísima que hizo Guillermo Cordero se le entregó esta estatuilla y pocos días después lo oímos decir que a él no se le ha reconocido, porque no se le ha entregado el Soberano.
Son premios estos, todos el Especial, al Mérito y el Soberano que no compiten más que entre nosotros mismos. Por eso es a nosotros a quien nos toca ir buscando soluciones a las situaciones que se nos presentan y que nos dejan cuestionamientos e imputaciones innecesarias.
No estamos complaciendo a nadie en particular, muchos de nosotros hemos salido o comentado luego de la ceremonia, que lo del Soberano hay que resolverlo. Entonces nuestra directiva ha pensado buscar una solución... Planteándola en una asamblea, convocada especialmente para eso, como hablamos en la última asamblea de agosto. ¿Por qué no podemos hablar como gente civilizada entre nosotros? ¿Por qué hacer una guerra de medios con un asunto que debe debatirse primeo a lo interno de nuestra institución?
jueves, 20 de noviembre de 2008
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